Los cultistas de las profundidades están de enhorabuena. Los profundos se zambullen complacidos en sus simas. Los perros de tÃndalos aullan en extático frenesÃ. Por fin el gran Cthulhu deja de ser tan solo un personaje de la literatura de terror, fruto de los delirios de un turbulento escritor de Nueva Inglaterra, y se convierte en un ser vivo, reconocido por la ciencia, aunque quizá no tan amenazador y terrible como podrÃa suponerse para un dios del caos y la destrucción.
Y es que en la universidad de British Columbia -Canadá- han decidido bautizar como “Cthulhu” a cierto organismo unicelular recién descubierto perteneciente al mundo de las protistas (organismos eucariotas que no forman tejidos diferenciados ni órganos y que no pertenecen ni al mundo animal ni al vegetal).
Algunas protistas pueden ser perjudiciales y peligrosas para el ser humano, provocando enfermedades como ciertos tipos de disenterÃa. Sin embargo Cthulhu habita en el intestino de las termitas, facilitando la digestión de la madera.
Según explica su descubridor, la elección del nombre del organismo se basó en la descripción que H.P. Lovecraft hacÃa de su personaje como una criatura de los océanos vagamente antropomorfo pero con cabeza de pulpo, la cara llena de tentáculos y un cuerpo elástico, hinchado, con garras y alas estrechas. “La primera vez que lo vimos por el microscopio, tenÃa el mismo movimiento singular, casi como un pulpo nadandoâ€, afirma.
Al parecer las protistas pertenecen a una rama de la biologÃa bastante inexplorada y cuyo estudio nos puede enseñar mucho acerca de la evolución de los organismos, de modo que es posible que nuevos seres de pesadilla vean pronto la luz.